Profra. Juana García Reyes Me parece muy interesante debido a que la RIEB aborda un tema escencial sobre la EVALUACIÓN AUTÉNTICA, puesto que plantea lo siguiente: La aproximación constructivista plantea que no debe haber una ruptura ni un desfase entre la enseñanza y la evaluación; en las instituciones educativas no hay congruencia puesto que se enseña una cosa y se evalúa otra. La enseñanza se debe organizar en torno a actividades auténticas, y la evaluación requiere guardar congruencia con ellas, es decir que exista una evaluación auténtica. La cual “demanda que los aprendices resuelvan activamente tareas complejas y auténticas mientras usan sus conocimientos previos, el aprendizaje reciente y las habilidades relevantes para la solución de problemas reales”. La evaluación auténtica se enfoca en el desempeño del aprendiz e incluye una diversidad de estrategias de instrucción-evaluación no sólo holistas, sino rigurosas; requiere la aplicación de la habilidad en el contexto de una situación de la vida real, refiere mostrar un desempeño significativo en el mundo real, donde los alumnos logren comprender, solucionar o intervenir en relación con asuntos de verdadera pertinencia y trascendencia tanto personal como social. La evaluación auténtica es alternativa porque busca un cambio en la cultura de la evaluación imperante, busca evaluar lo que se hace, identificar el vínculo de coherencia entre lo conceptual y lo procedural, entender cómo ocurre el desempeño en un contexto y situación determinados, o seguir el proceso de adquisición y perfeccionamiento de determinados saberes o formas de actuación. Implica la autoevaluación, la meta es la promoción de capacidades de autorregulación y reflexión sobre su propio aprendizaje; es una evaluación de proceso y formativa, mutua, coevaluación y autoevaluación (Díaz Barriga y Hernández, 2002). El gran problema de los ámbitos de desempeño, es que plantean a los docentes ¿qué evaluar y cómo?, y sobre todo, ¿cómo traducir dicha evaluación en una calificación adecuada y justa?.
Actualmente se da una mayor atención a la evaluación alternativa, del desempeño y/o auténtica, por el auge de la enseñanza que destaca la solución de problemas o el pensamiento de alto nivel, por la intención renovada de desarrollar capacidades o competencias complejas demostrables en “el mundo real”. Existen diversas estrategias para la evaluación auténtica como lo son: los portafolios, las pautas de observación y/o autoevaluación de una ejecución, las pruebas situacionales, los registros observacionales y anecdóticos, los diarios de clase y las rúbricas o matrices de valoración. Para algunos autores, los proyectos, el ABP y el análisis de casos constituyen una suerte de binomio enseñanza-evaluación auténtica centrada en el desempeño, donde ambos procesos son indisociables, pues, a la par que se enseña, se evalúa formativamente y la evaluación en sí misma es una oportunidad de aprender mediante la realimentación y la práctica correctiva. La evaluación auténtica sólo tiene sentido si representa una verdadera motivación para el cambio, donde los estudiantes requieren trabajar cooperativamente en equipos, y esforzarse para alcanzar metas grupales y sociales en un ambiente de realimentación continua y autorreflexión
... Sera necesario en principio conocer la fundamentación básica que sustenta ese enfoque, apropiarse de terminos y conceptos, de las acciones que se proponen y procurar aterrizarlas y ejercitarlas en el aula para probar su pertinencia.
Profra. Juana García Reyes
ResponderEliminarMe parece muy interesante debido a que la RIEB aborda un tema escencial sobre la EVALUACIÓN AUTÉNTICA, puesto que plantea lo siguiente:
La aproximación constructivista plantea que no debe haber una ruptura ni un desfase entre la enseñanza y la evaluación; en las instituciones educativas no hay congruencia puesto que se enseña una cosa y se evalúa otra.
La enseñanza se debe organizar en torno a actividades auténticas, y la evaluación requiere guardar congruencia con ellas, es decir que exista una evaluación auténtica. La cual “demanda que los aprendices resuelvan activamente tareas complejas y auténticas mientras usan sus conocimientos previos, el aprendizaje reciente y las habilidades relevantes para la solución de problemas reales”.
La evaluación auténtica se enfoca en el desempeño del aprendiz e incluye una diversidad de estrategias de instrucción-evaluación no sólo holistas, sino rigurosas; requiere la aplicación de la habilidad en el contexto de una situación de la vida real, refiere mostrar un desempeño significativo en el mundo real, donde los alumnos logren comprender, solucionar o intervenir en relación con asuntos de verdadera pertinencia y trascendencia tanto personal como social.
La evaluación auténtica es alternativa porque busca un cambio en la cultura de la evaluación imperante, busca evaluar lo que se hace, identificar el vínculo de coherencia entre lo conceptual y lo procedural, entender cómo ocurre el desempeño en un contexto y situación determinados, o seguir el proceso de adquisición y perfeccionamiento de determinados saberes o formas de actuación.
Implica la autoevaluación, la meta es la promoción de capacidades de autorregulación y reflexión sobre su propio aprendizaje; es una evaluación de proceso y formativa, mutua, coevaluación y autoevaluación (Díaz Barriga y Hernández, 2002).
El gran problema de los ámbitos de desempeño, es que plantean a los docentes ¿qué evaluar y cómo?, y sobre todo, ¿cómo traducir dicha evaluación en una calificación adecuada y justa?.
Actualmente se da una mayor atención a la evaluación alternativa, del desempeño y/o auténtica, por el auge de la enseñanza que destaca la solución de problemas o el pensamiento de alto nivel, por la intención renovada de desarrollar capacidades o competencias complejas demostrables en “el mundo real”.
Existen diversas estrategias para la evaluación auténtica como lo son: los portafolios, las pautas de observación y/o autoevaluación de una ejecución, las pruebas situacionales, los registros observacionales y anecdóticos, los diarios de clase y las rúbricas o matrices de valoración.
Para algunos autores, los proyectos, el ABP y el análisis de casos constituyen una suerte de binomio enseñanza-evaluación auténtica centrada en el desempeño, donde ambos procesos son indisociables, pues, a la par que se enseña, se evalúa formativamente y la evaluación en sí misma es una oportunidad de aprender mediante la realimentación y la práctica correctiva.
La evaluación auténtica sólo tiene sentido si representa una verdadera motivación para el cambio, donde los estudiantes requieren trabajar cooperativamente en equipos, y esforzarse para alcanzar metas grupales y sociales en un ambiente de realimentación continua y autorreflexión
... Sera necesario en principio conocer la fundamentación básica que sustenta ese enfoque, apropiarse de terminos y conceptos, de las acciones que se proponen y procurar aterrizarlas y ejercitarlas en el aula para probar su pertinencia.
ResponderEliminarTu blog está muy interesante
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